viernes, noviembre 02, 2012

TENGO LA BOCA LLENA DE BESOS (∑π, επ)

El otro día, en un bar, oí una conversación telefónica en la que se decía algo así: tengo la boca llena de besos. Me imaginaba una cara deforme con los carrillos hinchados, los ojos desbordados y una boca sellada por unos labios tensos. Enseguida me asaltaron algunas dudas: ¿donde se habían producido estos besos? ¿cual era su destino? Producir besos es una cosa sencilla, todos los seres humanos estamos capacitados para ello, es tener buenos sentimientos o un buen corazón; pero no basta con ello hay que tener la predisposición para comunicar estas emociones y capacidad para hacerlo. Bien, pero ¿es suficiente?, quizás no, hay que encontrar, reconocer, a los destinatarios. Los besos juegan un papel de cohesión social amistosa, pacificadora, cuando no amorosa, una boca llena de besos puede producir unos efectos de socialización maravillosos. Y, ¿cuanto cuesta llenar una boca de besos? Nada es gratuito siempre que se cumplan las condiciones previas.
Es decir, que Victoria -era ella la que mantenía la conversación- tenía un buen corazón, quería compartirlo y, graciosamente, fortalecer los lazos sociales. Solo algo más, si yo recibiera uno solo de estos besos sería muy feliz. Bersos.

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